Nosotros, los de atención primaria, hemos estado desde el comienzo de la pandemia al lado de la gente y en frente del virus, dimos un paso adelante para estar junto a los pacientes y comunidades, modificando nuestra forma de trabajar para asegurar que la población tuviera un acceso adecuado a la atención sanitaria en un entorno que los protegiera de la exposición al SARS-CoV-2, no lo hicimos para protegernos nosotros, como creen algunos.
Nosotros los de atención primaria fuimos los primeros en intervenir, aún sin conocer cómo era la pandemia, ni saber identificar que enfermedad teníamos que buscar y qué se nos venía encima y lo hicimos sin la protección adecuada, porque nos dijeron primero que no era necesaria y luego que no había suficiente, y la poca que había debía ir a los hospitales donde iban a tratar los enfermos infectados más graves. Mientras tanto nadie nos avisó claramente que ese primer contacto iba a provocar que muchos de nuestros compañeros se convirtieran también en afectados por el virus, pero nosotros los de atención primaria allí permanecimos.
Nosotros, los de primaria hemos cambiado nuestra relación con los pacientes, ahora solo tocamos con guantes, no mostramos nuestra cara cuando estamos cerca, nuestra forma de vestir también se ha modificado: «ropa de calle» por «ropa de trabajo», hemos cambiado mayoritariamente la comunicación directa por la telefónica, pero nosotros somos camaleónicos y nos adaptamos con facilidad al entorno en el que nos toca actuar.
Nosotros, los equipos de atención primaria hemos estado lanzando mensajes claros y eficaces a la población desde el principio de la pandemia, porque somos los que estamos al lado y entre la población, ellos nos entienden más fácilmente, porque nos conocen, los hemos llamado todos los días preguntándoles sus dudas, sus miedos, sus necesidades y expectativas, pero pocos de atención primaria han intervenido en los grandes debates en relación con el nuevo coronavirus.
A nosotros los de primaria nos han pedido ayuda voluntaria para acudir o estar en alerta para atender centros creados para pacientes con Covid-19, para atender desbordamiento de otras comunidades, residencias de ancianos de gestión privada, y lo hemos hecho sin dudarlo, porque nosotros siempre hemos sabido gestionar las crisis: las ondas epidémicas de gripe, los brotes de gastroenteritis, la ola de calor, el brote de listeriosis, o el de bronquiolitis o simplemente las de todos los veranos o las de todas las navidades.
Nosotros los de atención primaria hemos tenido todo el apoyo de nuestros vecinos, pacientes y amigos, nos han dotado de Equipos de Protección Individual (EPIs) artesanales y solidarios, a algunos nos han dado multitud de instrumentos de protección que ellos no utilizaban en este momento, mientras nuestra empresa solo nos dispensaba algunos en cuenta gotas, aunque para utilizarlos debíamos justificarlos de forma individual, pero nosotros sabemos hacerlo ya que cada día debemos razonar inicios de tratamientos, derivaciones y actuaciones médicas que a otros colectivos de especialistas no se les exige.
Nosotros los de atención primaria somos, a quien nos manda nuestra empresa para hacer los test a las residencias privadas de ancianos y a los trabajadores sanitarios y no sanitarios de esas residencias, a los trabajadores de ayuntamientos de ayuda a domicilio de personas vulnerables y lo hacemos con diligencia, agrado y convencimiento de que debe hacerse, mientras nos quedamos anhelados e indignados porque en la misma habitación hay trabajadores de atención primaria que atienden a esas residencias y pacientes y no se los hacen, sin ningún criterio científico ni epidemiológico.
Pero nosotros los de atención primaria, algún día no muy lejano, nos uniremos al margen de ideologías políticas, sectarismos, gremios o agrupaciones y pararemos nuestras consultas y nos sentaremos al lado de nuestros pacientes y les diremos a los que gestionan, del signo político que sean, que ya está bien, que sabemos que no nos tienen aprecio, que no nos sonrían más, ni nos pidan objetivos económicos, que no nos pidan que sustituyamos a nuestros compañeros cuando su falta está justificada, ni que veamos a más de 70 pacientes diarios. Porque cuando todo termine habrá un gran debate de lo que sucedió, de como se gestionó la crisis sanitaria, pero me temo que será lo de siempre, los unos contra los otros. Aunque cada vez crecen más el número de mentes libres que no se dejan influir por siglas, recuerdos y rencores de antaño, agradecimientos o débitos de favores, que están hartos de los unos y de los otros y de los que apoyan o critican irracionalmente a unos y otros. Queremos que hagan su trabajo, gobernando y gestionando para todos, sin sacar réditos personales ni políticos, que cuando todo termine asuman responsabilidades. Que este momento de la historia de la humanidad no lo recordemos como otro rancio debate político, sino como una oportunidad para provocar cambios innovadores y disruptivos que mejoren nuestra comunidad, nuestras vidas, nuestro planeta y que mejoren nuestra atención primaria, porque esta será necesaria siempre para la salud de las personas y la de nuestra sociedad.
Aunque por ahora no teman, seremos un equipo fuerte, trabajador, eficiente y eficaz con todos, colaboraremos como el que más y sacaremos como lo hemos hecho siempre a nuestras comunidades de esta crisis sanitaria, porque nosotros los de Atención Primaria estamos habituados a ello.
Vosotros, los de atención primaria, habeis estado ahí en esta pandemia, junto a los ciudadanos que la hemos sufrido, junto a sus familiares desesperados e impotentes ante lo desconocido. Nosotros hemos sentido que estabais, habéis acompañado ese camino nuestro en la enfermedad, habéis estado de todas las formas posibles y a veces imposibles por las condiciones en las que habéis tenido que trabajar.
Vosotros los de atención primaria junto al resto de sanitarios, tenéis el reconocimiento ciudadano, habéis estado, claro que habéis estado lo hemos vivido!!!, y no se nos olvidará .
Gracias!
Gracias, juntos y entre todos es más fácil.
Efectivamente, la atención primaria, la olvidada, solo hemos recibido agradecimiento de nuestra población, de los que nos conocen y saben que estamos pendientes de ellos.
Ellos , todo el personal de atención primaria, médicos , enfermeras, celadores y los de primerísima línea: lis administrativos.
Los aplausos son también para ellos.
Ahora falta el apoyo político para que hagan su trabajo con más recursos materiales .
Gracias por acompañar a la población y cuidarla.
Te doy las gracias por tu voz q es nuestra voz
Gracias a la atención primaria, sabemos que hay muchos más casos de los que aparecen en televisión, ya que ellos, siendo la primera fila de la contingencia no han podido realizar PCR, lo cual es sorprendente, y han tenido que dedicarse a controlar a todos los pacientes a parte de por su patología, como posibles Covid-19.
Por lo que desde mi situación como usuario tienen mi máximo respeto y apoyo.
A ver si cuando termine esta gran alerta, la consejería de sanidad empieza a reconocer las labores tan importantes que realiza la atención primaria y también la especializada y dejen de justificar la falta de personal y recursos.
Espero que la experiencia vivida nos de una nueva perspectiva de lo que es realmente importante.
Si maltratan a las personas que me cuidan , también me maltratan a mi.
Pues sí, nuestra población sí sabe que hemos estado y estamos ahí siempre.
Como trabajadora de Atención Primaria hemos sido los grandes olvidados
Y sabiendo que atención primaria siempre hemos sido el primer filtro para la atención hospitalaria
Gracias Ángel por expresar con palabras lo que sentimos los que trabajamos para la Atención Primaria, ahora en esta pandemia . No se puede explicar mejor.
Lo que hace grande este sistema de salud es la atención Primaria, han controlado dentro de sus posibilidades que se desbordaran los Hospitales, son la primera línea, los primeros enfrente del paciente y muchos de ellos son extranjeros que dan la vida por este país, merecen ser nacionalizados, su experiencia ya es necesaria. Gracias doctores por su paciencia y sacrificio.
Las Trabajadoras Sociales Sanitarias de Atención primaria también hemos hecho una transformación camaleónica. Nosotras que consolamos y abrazamos, que tocamos y somos el hombro y desahogo de los mas desprotegidos. Nosotras que luchamos porque nadie se quede atrás hemos vestido de uniforme y no hemos echado el cierre, hemos atendido guardando la distancia de seguridad y hemos llamado por teléfono mas que nunca. No podemos pedir confinamiento o aislamiento sanitario si no resolvemos TODAS sus necesidades SOCIALES. Ahi seguiremos. Reinventadas. Pero al lado del que mas nos necesita. Haciendo equipo. Porque en tiempos del COVID-19 el Trabajo Social Sanitario se hace mas necesario que nunca.
Así es Isabel, los de atención primaria incluidos trabajadores sociales, los cuales se han mostrado parte importante durante esta pandemia y por eso como bien dices se hacen necesarios, y lo que se ha demostrado también, es que formando equipo somos más fuertes y llegamos a más personas que realmente lo necesitan.
Estamos con vosotros y sabemos que aparte de aplausos necesitáis medios y reconocimiento por parte de las autoridades.
Gracias por poner voz a lo que todos vivimos y sentimos a diario.