Estudié medicina por vocación y con muchísimas dificultades, con una fuerte convicción de ayuda y cercanía a las personas. Soy la octava de nueve hermanos de una familia de clase trabajadora, mis hermanos mayores no tenían estudios universitarios y tuve que trabajar y compaginar mi carrera desde muy joven, eso me ha permitido tener un enlace muy fuerte con la realidad y con las personas, mis pacientes dicen que soy muy cercana y que les explico todo desde la sencillez. En mi consulta soy persona médica de personas y la medicina rural representa todos esos valores.
Me formé vía MIR en la especialidad de Medicina de Familia y Comunitaria con José Luis Turabián en ámbito urbano en el Centro de Salud Santa María de Benquerencia de Toledo, “El Polígono” y me gustó mucho, era medicina de familia de barrio. Tengo que decir que nunca me he considerado MIR de segunda categoría ni profesional de segunda categoría, aunque en muchas ocasiones me trataron así durante mi periodo formativo.
Mi tutor me enseñó que hay una forma de medicina de familia centrada en la persona con enfoque biopsicosocial que puede trasladarse al ámbito asistencial que quieras, solo hay que creer en esa forma de trabajar, querer hacerlo y me vas a permitir que añada que el sistema sanitario te permita hacerlo. Es necesario hablar de precariedad laboral, luchar contra ella y evitar que nuestras residentes pasen por ella. Yo cuando terminé la especialidad fui médica de familia sustituta coleccionista de contratos en ámbito urbano en Madrid y fue una etapa muy dura y decepcionante para mí.
En ese contexto me ofrecieron ser técnico de salud de Unidad Docente, decidí lanzarme y trabajé 7 años en la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Toledo, donde yo me había formado. Siempre digo que intentando ayudar a las residentes ellas fueron quienes me ayudaron a mí y sentí la necesidad de volver a la asistencia y a mi vocación inicial.
Dejé la unidad docente hace 4 años y me fui de médica de pueblo, buscando poder ejercer la medicina de familia en su esencia, desde la cercanía a los pacientes e integrada en la comunidad. Al año me acredité y he sido tutora oficial en ámbito rural de dos estupendos residentes, profesionales altamente cualificados, personas que serán médicos de personas, no de enfermedades y que se han formado integrados en el consultorio, en el pueblo y en la comunidad. Ellos representan para mí lo que realmente significa nuestra profesión.
En relación con las futuras médicas de familia mi opinión es que deberían formarse con médicas de familia en todos los ámbitos en los que puedan ejercer su profesión con posterioridad. La rotación rural no es que deba ser obligatoria es que debe ser uno de los pilares formativos dentro de la especialidad de Medicina de familia y comunitaria. La situación de vulnerabilidad que atravesamos en este momento con el ofrecimiento de trabajo a profesionales sin la especialidad y el ninguneo a lo que representamos, debería subsanarse con un cambio radical desde la formación durante el Grado de Medicina y el posterior programa formativo de la especialidad vía MIR. Formación potente y reglada en la Universidad para dejar de ser el patito feo de la elección MIR y escuchar año tras año lamentables comentarios sobre profesionales que se ven obligadas a explicar los motivos que le han llevado a elegir medicina de familia, como si estuviesen cometiendo un grave error. El clasismo entre especialidades y ámbitos asistenciales no puede continuar si queremos un cambio real para nuestra especialidad.
Las estudiantes de Medicina deberían formarse con médicas de familia que estén orgullosas de serlo y que sepan transmitirles una visión positiva y constructiva de la profesión.
La medicina de familia, rural y comunitaria podría convertirse en un espejo referente para otros ámbitos asistenciales y ser pilar del cambio hacia una Atención Primaria como verdadero eje, centro y motor del sistema sanitario. Siendo absolutamente necesaria nuestra colaboración y presencia activa en el asesoramiento local o regional en materia de gestión administrativa de los servicios sanitarios y en la planificación de la asistencia sanitaria de las zonas rurales donde trabajamos y en la potenciación de un cambio radical y profundo en el programa formativo de la especialidad que permita a las futuras médicas de familia formarse como tales, abandonando el actual modelo de sabiduría científica unidireccional desde Atención Hospitalaria hacia Atención Primaria y reconduciéndolo a un sistema bidireccional basado en la colaboración y en la continuidad asistencial.
Las médicas de familia deben formarse en ámbitos de intensa actividad comunitaria, recibir formación biomédica en condiciones de soledad e incertidumbre, manejar la asistencia en el domicilio del paciente de forma proactiva…y todo ello desde el vinculo y la comunicación con nuestros pacientes.
¡Rurales! Más y mejor Atención Primaria.
Teresa Méndez García
Imagen destacada tomada de twitter de @tessa_mg: https://twitter.com/tessa_mg/status/1520828168596340737?s=20&t=TgUZomsLXamRc25FRL8sYA
Puede decir en donde ejerce usted su profesión??
En el Servicio Andaluz de Salud. Área de gestión sanitaria de Osuna. UGC La Luisiana. Consultorio Cañada Rosal.