¡No!, no me refiero a un christmas, ni a una felicitación de cumpleaños en un papel, eso sería lo habitual y no merecería la pena contarlo, pero esto que vais a leer es algo excepcional es casi un cuento de Navidad y por eso lo publico.
Cuando llamo a mi casa o voy a un fontanero, albañil o mecánico o cualquier otro oficio, por una avería o una reparación, durante la exploración de lo que ocurre, casi siempre hay una pregunta con tono desdeñoso: «¿quien es el que lo hizo antes que yo?» y a continuación un gesto negativo, haciendo una clara referencia a lo mal que lo ha hecho el que ha intervenido antes. Yo siempre he supuesto que lo hacen para darse mayor importancia cuando ellos lo arreglan.
Los médicos de cabecera, en general, no tenemos mucho reconocimiento de nuestros compañeros de otras especialidades, incluso en alguna ocasión pueden llegar a hacer comentarios despectivos de nosotros, que luego nos transmiten religiosamente nuestros pacientes al traernos los informes tras la interconsulta.
Yo soy un afortunado, porque en varias ocasiones me ha ocurrido, me han felicitado y además lo han hecho por escrito, cosa que es de agradecer. Me he dado cuenta, que curiosamente los que hacen estas cosas, que les honra por cierto, suelen ser profesionales de una categoría profesional excepcional y supongo que deben ser buenas personas además.
El que me felicita en este informe de interconsulta es un CARDIÓLOGO, no lo conozco personalmente, lo conozco por su trabajo compartido con pacientes y he preguntado a gente que lo conoce bien. Mandó esta foto del informe que entregó al paciente y que compartió en un grupo de WhatsApp de electrocardiografía en el que resolvemos dudas sobre electros. No tengo claro que él supiera que yo estaba incluido en ese grupo, ya que está formado por un elevado número de médicos.
Esta acción debería ser conocida por todos, en estos tiempos que corren y en las fechas que estamos, no por lo que supone para mi, sino por el especialista de atención secundaria que lo ha escrito y lo que supone su acto, porque denota amabilidad, compañerismo, da confianza al paciente en su médico de atención primaria, con lo que eso supone en la relación médico-paciente y crea un feedback positivo entre compañeros, que aumenta el grado de satisfacción en el trabajo. Todo esto lo puede generar una simple frase de felicitación cuando el trabajo está correctamente realizado y un poco más.
Mi agradecimiento público al cardiólogo Antonio J. Fernández Romero, por una nueva corriente, que seguro que va a generar en el sistema sanitario: Hablar bien de los compañeros de trabajo, aunque no sean conocidos, en caso de que las cosas se hagan un poco más que bien.
#HablemosBienDeLosCompañerosDeTrabajo
Ostras! ÁNGEL (D. Ángel)! Me has emocionado! Tengo los pelos de punta! Pero el verdadero artífice d la buena Medicina eres tú, sois vosotros, los especialistas en medicina d familia, la cual es sin duda alguna, la especialidad más dificil que existe! Muchas gracias de corazón y FELIZ FELIZ NAVIDAD compañero!
No me extraña nada la felicitacion, primero por la profesionalidad de D. Angel, que con toda seguridad se merecerá, y no sólo en esta ocasión, sino también por la calidad humana de Antonio José, cardiólogo del Hospital Virgen Macarena (al menos allí trabajaba hace unos años cuando me lo tropecé en Écija tras más de 25 años sin vernos). Nos sentábamos juntos estudiando Bachillerato en el IES San Fulgencio de Écija, compartíamos esa afición por el baloncesto. Desde siempre me impresionó Antonio por su inteligencia, por su amistad y su calidad humana. Personas competentes que tienen ese don para generar esperanzas, dar seguridad, aportar pasión y alegría a lo que hacen, estar a disposición del prójimo. Estos valores, que se perciben desde muy joven, Antonio ya los tenía. No me extraña esas palabras, ese pequeño reconocimiento viniendo de quién viene.
Un abrazo Antonio, de tu compañero de instituto, Manolo de Cañada.